La violencia: Refugio del incompetente
La violencia es el último refugio del incompetente
(Isaac Asimov)
La violencia es el último refugio del incompetente
(Isaac Asimov)
“México DF, 7 agosto 09 (CIMAC).- Rubén Mora Peralta, ex pareja de la periodista Carmen Santiago Hernández, fue liberado hoy en Chilpancingo, Guerrero, pese a que su víctima se encuentra hospitalizada en estado grave el Hospital Adolfo López Mateos, del ISSSTE en el Distrito Federal.”
Es una desgracia que existan, en nuestros días, hombres tan violentos e irracionales como Rubén Mora Peralta pero, más desgracia es que nuestras justicia que no de para más, se enrede en sus propias normas, dando como resultado que no se haga justicia. Quizás podamos tener muchas explicaciones sobre el por qué no se hace justicia, pero no hay una sola justificación.
En Guerrero se supone y se presume que se cuenta con leyes que protegen a las mujeres violentadas, y sin embargo, día a día hay miles de mujeres son golpeadas, lastimadas y asesinadas por su pareja, es decir, hasta el momento no hay ley que valga y que distienda la violencia de los hombres contra las mujeres.
Quizás las campañas y los trabajos para combatir la violencia no han sido adecuados, quizás estemos equivocadas ¿cómo pedimos a las mujeres que denuncien? si ello representa exhibir de alguna manera, su vida: su falta de asertividad, su ignorancia, su pobreza, su torpeza (para elegir compañero), su incapacidad para dejar al marido, sus temores y sus miedos, etc., etc., es decir, ¿qué se le ofrece a las mujeres violentadas, para que denuncien? ¿Sólo la exhibición, la descalificación personal y una “buena vida” -que esta por verse-?
Creo que nos estamos equivocando. Las mujeres necesitan seguridad y confianza y estas no se han obtenido ni en las instituciones que imparten justicia, ni en los organismos de la sociedad civil. Unos por falta de efectividad y otros por falta de poder.
Hoy tristemente vemos a un golpeador “incorporarse” a la sociedad y a su victima quedar hospitalizada y lastimada (quizás para toda su vida) y ¡No es justo! Todo mundo sabe, que no es justo.
Ahora más mujeres están en la posición de vulnerabilidad. Por cada mujer maltratada que no tiene justicia, hay más hombres violentos por la calle con impunidad.
¿Y nos espantamos de la condición de las mujeres árabes? Pues para pena nuestra, la burka de europeas y americanas no se cose, se construye socialmente. Y si este caso no es una muestra de ello, preguntémonos ¿cual es la diferencia entre una mujer lapidada y una mujer golpeada con tanta crueldad y brutalidad?..... y no hay palabras, porque no hay diferencia.
Es una desgracia que existan, en nuestros días, hombres tan violentos e irracionales como Rubén Mora Peralta pero, más desgracia es que nuestras justicia que no de para más, se enrede en sus propias normas, dando como resultado que no se haga justicia. Quizás podamos tener muchas explicaciones sobre el por qué no se hace justicia, pero no hay una sola justificación.
En Guerrero se supone y se presume que se cuenta con leyes que protegen a las mujeres violentadas, y sin embargo, día a día hay miles de mujeres son golpeadas, lastimadas y asesinadas por su pareja, es decir, hasta el momento no hay ley que valga y que distienda la violencia de los hombres contra las mujeres.
Quizás las campañas y los trabajos para combatir la violencia no han sido adecuados, quizás estemos equivocadas ¿cómo pedimos a las mujeres que denuncien? si ello representa exhibir de alguna manera, su vida: su falta de asertividad, su ignorancia, su pobreza, su torpeza (para elegir compañero), su incapacidad para dejar al marido, sus temores y sus miedos, etc., etc., es decir, ¿qué se le ofrece a las mujeres violentadas, para que denuncien? ¿Sólo la exhibición, la descalificación personal y una “buena vida” -que esta por verse-?
Creo que nos estamos equivocando. Las mujeres necesitan seguridad y confianza y estas no se han obtenido ni en las instituciones que imparten justicia, ni en los organismos de la sociedad civil. Unos por falta de efectividad y otros por falta de poder.
Hoy tristemente vemos a un golpeador “incorporarse” a la sociedad y a su victima quedar hospitalizada y lastimada (quizás para toda su vida) y ¡No es justo! Todo mundo sabe, que no es justo.
Ahora más mujeres están en la posición de vulnerabilidad. Por cada mujer maltratada que no tiene justicia, hay más hombres violentos por la calle con impunidad.
¿Y nos espantamos de la condición de las mujeres árabes? Pues para pena nuestra, la burka de europeas y americanas no se cose, se construye socialmente. Y si este caso no es una muestra de ello, preguntémonos ¿cual es la diferencia entre una mujer lapidada y una mujer golpeada con tanta crueldad y brutalidad?..... y no hay palabras, porque no hay diferencia.
