21 abril 2009


No es una exageración de mi parte,
siempre la realidad es mucho peor.

Emma Cerón Díaz

De verdad es impresionante que después de muchos años de lucha para dar pasos para reconocer los derechos de las mujeres, hoy de manera inesperada la derecha (de todos los partidos) ha impuesto en algunos estados las modificaciones en la ley para prohibir el Interrupción Legal del Embarazo (ILE).

Pero lo que más me impresiona es que el PRI sea el vehículo de la derecha para concretar dicha modificación, hoy cuando la presidencia de ese partido está en manos de una mujer que por muchos años se consideró una de las mejores mujeres políticas “amiga de las mujeres”

Personalmente yo la escuché hablar hace mucho tiempo en una reunión de mujeres y me fue grata su postura y su presencia; incluso, por mucho tiempo consideré que no había mejor candidata a la presidencia de ese partido que no fuera ella. Este es el momento de preguntarnos ¿para qué queremos tener mujeres en los espacios de poder? ¿Qué es eso de la cuota de género?

Hoy me encontré con la siguiente noticia difundida por Cimac:

“…La iniciativa propuesta el pasado 8 de abril para proteger y garantizar el derecho a la vida de todo ser humano desde el momento de la concepción, en detrimento de los derechos constitucionales de las mujeres, fue aprobada en la Comisión de Puntos Constitucionales, donde solo se le hizo una adición al final del Artículo 13 para señalar excepciones y quedar así:

ARTÍCULO 13.- El Estado de Quintana Roo reconoce, protege y garantiza el derecho a la vida de todo ser humano, al sustentar expresamente que desde el momento de la concepción entra bajo la protección de la ley y se le reputa como sujeto de derechos para todos los efectos legales correspondientes, hasta su muerte. Salvo las excepciones que establezca la ley.

…Asimismo, (continúa la nota) un grupo de médicos habló con la Diputada Fernández para exponerle la gravedad de su decisión, especialmente en lo que toca a su profesión, pues, le explicaron, que esta reforma les impediría recetar la píldora del día siguiente o colocar un dispositivo intrauterino (DIU), a lo que la legisladora priísta respondió "Yo misma personalmente me encargaré de que así no suceda" (CIMAC 21 de abril 2009)

Upsss y más upsss

Castells ha sido un investigador que ha acertado en sus conclusiones sobre el futuro de las mujeres. En su libro “La Era de la Información” hay un capitulo que le denomina “El poder del patriarcado: movimientos sociales, familia y sexualidad” en el concluye que “en todo el mundo, el patriarcado aún esta sano y salvo, pese a los síntomas de crisis…” y que “los valores que se suponían eternos, naturales e incluso divinos deben afirmarse (se afirmarán, incluso) por la fuerza”

Creo que los legisladores y legisladoras se han enredado con su propia lengua y no saben distinguir entre lo “natural” y lo construido; no saben distinguir entre una personas y un feto; y lo peor de todo es que ahora imponen (por la fuerza del poder político) el ser madre. ¿Por qué? ¿Por qué imponer (a través de la ley) la maternidad y dar paso hacia la clandestinidad del aborto? ¡¿Por qué?!

Señores y señoras legisladores, aunque ustedes NO LO QUIERAN, miles de mujeres en estos estados (como en todos los tiempos y en todo el mundo) seguirán abortando y… nuevamente los ganchos de tejer (cómo en los 60’s), los médicos abusivos, las tomas naturales abortivas, los “accidentes”; los trabajos pesados; las patadas en los estómagos; los “clínicas” clandestinas; la automedicación, etc., estarán presentes.

En este siglo XXI, estas iniciativas más que nunca promoverán la muerte, no olviden que hoy las mujeres tienen espacios conquistados que -a menos que se instale un estado fundamentalista- hoy por hoy seguirán ocupando estos espacios y compitiendo por la sobrevivencia con otras y con otros ¿por qué orillarlas a la muerte? si existe la suficiente tecnología para no permitir la muerte de ninguna mujer-hija, mujer-trabajadora, mujer-madre, mujer-estudiante, en fin, miles de mujeres que tienen historia y futuro ¿por qué imponer una maternidad no deseada y arrinconarlas a la clandestinidad y anteponer su derecho al de un feto-feto, sin historia y posiblemente sin futuro. Nacer no es lo mismo que vivir.

No es una exageración de mi parte, siempre la realidad es mucho peor.


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